domingo, 18 de marzo de 2012

Un mal día




Despierto como desperté el día de ayer: mi mujer de espaldas a mí se levanta con el sonido del despertador. Se dirige a la cocina para preparar el desayuno. Mientras, voy directo al baño, me ducho, me coloco mi flue negro y bajo a comer. Tras un breve intercambio de palabras:

-Buen día mujer

-Buen día querido

… Me dirijo a la puerta y voy directo a donde siempre, la pequeña oficina en la que trabajo todos los días. Miro a mi alrededor y contemplo la misma anciana que recorre la acera, oigo los mismos ladridos, huelo el mismo olor de la panadería Pan de Oro… y abro la puerta, me siento en mi lugar con ganas de dormir hasta que el jefe me llama y… ¡MALDITA SEA!

Un mal día de trabajo. Lo han despedido.

-¡Cerveza!- aguarda impaciente, empina el codo y acaba con la sexta.

-¡Cervezaaaa!... (¡Boom!)- golpea la taza fuertemente contra la barra.

-Ya…ya…ya voy señor- El Barman le sirve su séptima bebida. El empresario lo observa despreciativamente mientras éste le sirve con un escalofrío que le estremece la espalda.

Empina el codo y se encuentra con lo inevitable: cerveza goteando de la barra en que se apoya, el orificio que se duplica tras mirar por él, el fin de este mal día y el comienzo de los gritos de su mujer.

Caricatura del caricaturista argentino Quino
Escrito de Gabriel Capriles